Alimentación y estudio

Como sucede en muchos aspectos de nuestra vida, la alimentación es algo muy importante, más si cabe en época de estudio. La buena alimentación y el estudio son realidades indivisibles y a las que debemos prestar una gran atención. Si se tiene una alimentación equilibrada y unos hábitos correctos, se estudiará mejor.

Son muchos expertos los que coinciden y hacen hincapié en que la alimentación debe ser algo muy a tener en cuenta en etapas de estudio intenso, independientemente de si el estudiante se encuentra en el colegio, instituto o la universidad.

¿Qué debemos tener en cuenta en este aspecto?

Si comenzamos por el desayuno, hay que tener en cuenta que éste debe ser muy completo, siendo la comida más esencial del día. De su aporte calórico y vitamínico depende la energía que gaste a lo largo de toda la mañana, momento en el que siempre hay que estar enérgico y vital para poder afrontar mucho mejor las clases o los exámenes, por ejemplo.

Tanto en el desayuno como en cualquier otra comida del día hay que dejar de lado elementos como la bollería industrial, comidas precocinadas, fritos y productos similares, sustituyéndolos por bocadillos de pan integral con fiambre light y bajo en sal por ejemplo, ensaladas, frutas, pescados o verduras entre otros.

Todos sabemos que cuando se está estudiando, sobre todo en época de exámenes, ponerse a hacer la comida puede parecer que es una pérdida de tiempo y muchos estudiantes optan por comida basura, otra de las soluciones rápidas que hay que descartar y cambiarlo por propuestas de alimentación saludable.

Si un estudiante tiene una alimentación variada y equilibrada nunca notará falta de energía. En la dieta del estudiante no pueden faltar verduras, pescados y carne, sin olvidarnos de las frutas, huevos, lácteos, cereales y mucha agua. También es muy recomendable tener horas fijas en las comidas, no hay que saltarse los horarios ni caer en tentaciones picando a deshora. Una digestión pesada como ‘complemento’ al estudio resta capacidad para concentrarse y puede que de tres o cuatro horas de estudio sólo estemos aprovechando realmente una.

La buena alimentación nos ayuda a tener también la mente en forma, ágil, preparada para recibir grandes cantidades de información y almacenarla correctamente. Para ello hay que tener siempre la mejor ‘gasolina’, y es por eso es tan sumamente importante que todos los estudiantes tengan un buen plan de comidas. No les ayudará a aprobar directamente pero sí colaborará con ello.